Mejora la eficiencia de tu piscina con una manta térmica

Última modificación: 14 de junio de 2024

Con la llegada del verano, comenzamos a preparar la piscina para la temporada de uso intensivo. Asegurarse de que la piscina esté en óptimas condiciones garantizará una experiencia segura y placentera para todos. Uno de los aspectos más importantes de este proceso es la decisión de utilizar una manta térmica o cubierta para la piscina. La respuesta es un rotundo sí, y aquí te explicamos por qué.

Las mantas térmicas para piscinas son fundamentales por varias razones. En primer lugar, ayudan a mantener la temperatura idónea del agua. Esto no solo hace que nadar sea más agradable, sino que también puede extender la temporada de baño, permitiendo disfrutar de la piscina durante más tiempo.

Además, las mantas térmicas evitan que se acumule suciedad en el agua. Esto significa que se reduce considerablemente el tiempo y esfuerzo necesario para mantener la piscina limpia. Al mantener alejadas hojas, insectos y otros residuos, la manta térmica contribuye a un entorno de baño más higiénico y seguro.

Otra ventaja significativa es el ahorro de agua. Las mantas térmicas reducen la evaporación, un fenómeno común en los días calurosos de verano. Al conservar el agua, no solo se está siendo más amigable con el medio ambiente, sino que también se reducen los costos y la frecuencia con la que se necesita rellenar la piscina.

Por último, el uso de una manta térmica disminuye la necesidad de productos químicos. Al mantener la suciedad fuera y reducir la evaporación, la estabilidad química del agua se mantiene por más tiempo. Esto no solo implica un ahorro económico, sino que también se traduce en un entorno de baño más saludable, con menos exposición a productos químicos.

manta térmica piscina

Beneficios Mantas Térmicas

Minimiza la pérdida de calor:

Las mantas térmicas minimizan la pérdida de calor del agua, especialmente durante la noche. Esto es particularmente beneficioso en climas más fríos o durante los días en que las temperaturas son más bajas. Al mantener el calor acumulado durante el día, se asegura que el agua permanezca a una temperatura agradable durante más tiempo, mejorando la experiencia de baño.

Mantenimiento de temperatura:

Las cubiertas solares no solo mantienen la temperatura del agua, sino que también pueden elevarla. Dependiendo de las condiciones climáticas y la duración de la exposición solar, las mantas térmicas pueden aumentar la temperatura del agua de la piscina hasta 5 ºC. Esto significa que incluso en días menos cálidos, se puede disfrutar de una piscina con una temperatura confortable.

Absorción de energía solar:
Algunas mantas térmicas están fabricadas con materiales que captan y retienen el calor del sol. Normalmente, están compuestas de una serie de burbujas de aire atrapado que actúan como aislantes y acumuladores de calor. Estas burbujas permiten que la manta absorba la energía solar durante el día y la libere lentamente en el agua de la piscina, contribuyendo a mantener una temperatura óptima por más tiempo.

Evita o reduce la evaporación del agua:
Las mantas térmicas reducen significativamente la evaporación del agua, lo que disminuye la necesidad de rellenar la piscina constantemente y, por ende, reduce el consumo de agua. Este ahorro de agua es especialmente importante en áreas donde el agua es un recurso limitado o costoso.

Menos suciedad:
Además, las cubiertas actúan como una barrera física que evita que hojas, insectos y otros residuos entren en la piscina cuando no está en uso. Esto reduce el tiempo y esfuerzo dedicado a la limpieza y el uso de productos químicos, haciendo el mantenimiento de la piscina mucho más sencillo y eficiente.

Disminuye el uso de productos químicos:

La cantidad de productos químicos necesarios para mantener el equilibrio adecuado del agua se reduce al disminuir la entrada de residuos con la cubierta. Esto no solo reduce los costos de compra y aplicación de estos productos, sino que también minimiza la exposición de los bañistas a productos químicos.

Protección contra las algas:

Al limitar la cantidad de luz solar que llega al agua, las cubiertas ayudan a prevenir el crecimiento de algas, lo que a su vez reduce la necesidad de tratamientos químicos específicos. Menos algas significan menos productos químicos y menos tiempo dedicado a la limpieza y al mantenimiento.

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