Cuidado de piscinas en verano

Última modificación: 28 de junio de 2024

Con la llegada del verano, las piscinas están a pleno rendimiento, convirtiéndose en uno de los principales destinos de ocio y recreación. Sin embargo, este incremento en su uso también trae consigo una mayor necesidad de asegurar la calidad del agua y la salud de los usuarios.

1. Control y Ajuste del pH

Medición Regular: El pH del agua debe ser monitoreado regularmente, idealmente a diario, para mantenerlo dentro de los rangos recomendados (entre 7.2 y 7.6).

Ajuste del pH: Utilizar productos químicos específicos para ajustar el pH, ya sea incrementadores o reductores de pH, según sea necesario.

2. Desinfección del Agua

Cloro y Otros Desinfectantes: Mantener niveles adecuados de cloro (entre 1 y 3 ppm para piscinas y entre 3 y 5 ppm para jacuzzis) u otros desinfectantes como bromo u ozono.

Desinfectante Residual: Verificar que siempre haya una cantidad residual de desinfectante en el agua para evitar la proliferación de bacterias y otros patógenos.

3. Filtración y Circulación del Agua

Revisión del Sistema de Filtrado: Inspeccionar y limpiar regularmente los filtros para asegurar su funcionamiento eficiente. Los filtros deben ser limpiados según las recomendaciones del fabricante, normalmente cada semana.

Bombeo y Circulación: Asegurar que las bombas y sistemas de circulación estén en buen estado y operen correctamente para mantener el agua en movimiento y bien filtrada.

4. Limpieza Física de la Piscina

Limpieza de Superficies: Limpiar las paredes y el fondo de la piscina regularmente con cepillos adecuados o herramientas avanzadas como los limpiafondos eléctricos para eliminar algas y suciedad.

Recogida de Residuos: Utilizar herramientas para recoger hojas, insectos y otros desechos que se encuentren flotando en el agua.

Mantenimiento de la piscina en primavera

5. Control de la Calidad del Agua

Muestreo y Análisis: Implementar un programa de muestreo y análisis del agua para verificar la presencia de contaminantes y ajustar los tratamientos necesarios. Esto incluye pruebas para pH, cloro, alcalinidad y otros parámetros importantes.

Turbidez y Conductividad: Monitorear la turbidez para asegurarse de que el agua esté clara y evaluar la conductividad para detectar posibles problemas con la composición del agua.

6. Prevención de la Legionella

Temperatura del Agua: Mantener la temperatura del agua por debajo de 20°C o por encima de 60°C cuando sea posible para evitar la proliferación de Legionella.

Limpieza de Sistemas de Agua Caliente: Desinfectar regularmente sistemas de agua caliente y spas, siguiendo las directrices del Real Decreto 487/2022 para la prevención y control de la Legionella.

7. Formación del Personal
Capacitación Continua: Asegurar que el personal encargado del mantenimiento de la piscina reciba formación continua sobre las mejores prácticas y normativas vigentes en materia de salud y seguridad.

El mantenimiento adecuado de las piscinas es esencial para proporcionar un entorno seguro y agradable para los usuarios. Al seguir estos pasos y mantenerse al día con las normativas y mejores prácticas, se puede garantizar que las piscinas estén limpias, seguras y en óptimas condiciones.

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